Visita muy recomendable . Si y si y mas si al romanticismo . Ha llegado Roque Land en la era de DisneyLand , Lego Land , Marvel Land , Dream Land .... En medio de tanto ruido mediático se nos ha presentado de forma discreta , cálida y colorista y ahí tenemos desde el Peque de Doña Casilda , al trolebus bilbaino , para admirar el universo Roque Land gracias al veterano maquetista Roberto San José .
La exposición de una minuciosidad y precisión magnificas nos trasladan a otros tiempos , a todos no solo al niño/a que llevamos dentro .
Sus dinamizadores ilusionados , motivados y perfectamente uniformados le esperan para no perderse detalle de la experiencia .
El lugar está a medio camino entre una charcutería parisina y una pizzeria veneciana esperando al gondolero . Es inconfundible , la pena es que no está en la calle anexa , en la del Funicular de Artxanda ya que en verano la cola llegaría hasta el Hotel de miradores de colorines del Campo Volantin y repartirían números de acceso .
Gracias por dar vida junto a la Galeria de Arte y Arkiria Interiorismo a ese trocito de calle , generando mucha vistosidad . Antes era muy , muy aburrida .